Aunque no lo parezca, hay parámetros en las redes sociales que se asemejan a la vida real. Cuando perdemos un amigo, existen ciertas razones en su actuar o comportamiento que hacen que inevitablemente consideremos que esa persona ya no es un real aporte para nuestro diario vivir. Las amistades se deterioran, algunas se olvidan y otras, por suerte, permanecen a través de los años.
En Facebok ocurre exactamente lo mismo, pero los comportamientos por los que dejaríamos de ser “amigo” de alguien (en términos simples, eliminar a un contacto) se basan en la forma en que se expresa a través de las palabras que publica tanto en su estado como en su muro.
Según un estudio publicado en The New York Times y realizado por Christopher Sibona junto a su ayudante Steven Walczak, ambos pertenecientes a la Escuela de Negocios de la Universidad de El Colorado en Denver, existen dos factores primordiales, entre otras características psicológicas en el proceso de dejar de ser amigos por esta vía.
La primera razón, es publicar contenido polémico constantemente, es decir, ideas confrontacionales que tengan relación con política y religión. Si bien es una red libre, según el estudio, es molesto para los usuarios el llevar discusiones serias a una plataforma que ha adquirido un carácter de distensión y entretenimiento, especialmente cuando las críticas caen en el rango de la intolerancia.
La segunda razón, es ser una persona molesta. Esto es, actualizar constantemente su estado de Facebook señalado cosas totalmente irrelevantes o que caen en la categoría de “exceso de información”. Es verdad que no tenemos problemas en contar que asistimos a un bonito día de campo, pero la narración de detalles íntimos o mínimos, puede ser perturbador para el resto de usuarios.
A dichas características, debemos agregar otras que, según nuestra experiencia, también son merecedoras del “unfriend”. Por ejemplo, el hecho de enviar solicitudes de aplicaciones de manera excesiva a nuestros contactos, o usar la plataforma para generar conflicto con otras personas con las que nos llevamos mal.
Aunque muy pocas veces las personas se dan cuenta que los hemos eliminado –y viceversa –, si lo llegamos a descubrir, es bueno preguntarse cuál fue el motivo, puesto que cada una de nuestras actualizaciones puede hablar bien o mal de nosotros, dando pie para que se creen prejuicios respecto a nuestro carácter y comportamiento.
Autor: Daniela Toro
Redacción: Punto Presente
Fuente: Rosaura Ochoa
Imagen: Cristopher Bombal
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