En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó aumentar la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base, hasta 3,0% anual.
En el ámbito externo, continúan las señales de crecimiento moderado en las economías desarrolladas, que contrasta con el dinamismo de las economías emergentes. En los mercados financieros internacionales, en las últimas semanas se han intensificado las preocupaciones respecto del riesgo de algunas economías europeas, lo que ha aumentado la volatilidad financiera. La lenta recuperación de los países desarrollados continúa siendo un factor importante de riesgo para las economías emergentes. A esto se agregan señales de mayor inflación en economías emergentes y la adopción de medidas para aminorar el estímulo monetario en algunos países de Asia.
En el plano interno, las cifras de actividad y demanda muestran un crecimiento robusto de la economía, en línea con el escenario previsto en el Informe de Política Monetaria de septiembre. La inflación ha evolucionado algo por debajo de lo esperado, ante una menor inflación de los bienes transables, pero las expectativas privadas se mantienen alineadas en torno a 3% dentro del horizonte relevante para la política monetaria. Con respecto al dólar, el peso se ubica en un nivel similar al de la última reunión.
El Consejo continuará reduciendo el estímulo monetario prevaleciente a un ritmo que dependerá de la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas. Con ello, reitera que seguirá usando sus políticas con flexibilidad para que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política.
En el ámbito externo, continúan las señales de crecimiento moderado en las economías desarrolladas, que contrasta con el dinamismo de las economías emergentes. En los mercados financieros internacionales, en las últimas semanas se han intensificado las preocupaciones respecto del riesgo de algunas economías europeas, lo que ha aumentado la volatilidad financiera. La lenta recuperación de los países desarrollados continúa siendo un factor importante de riesgo para las economías emergentes. A esto se agregan señales de mayor inflación en economías emergentes y la adopción de medidas para aminorar el estímulo monetario en algunos países de Asia.
En el plano interno, las cifras de actividad y demanda muestran un crecimiento robusto de la economía, en línea con el escenario previsto en el Informe de Política Monetaria de septiembre. La inflación ha evolucionado algo por debajo de lo esperado, ante una menor inflación de los bienes transables, pero las expectativas privadas se mantienen alineadas en torno a 3% dentro del horizonte relevante para la política monetaria. Con respecto al dólar, el peso se ubica en un nivel similar al de la última reunión.
El Consejo continuará reduciendo el estímulo monetario prevaleciente a un ritmo que dependerá de la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas. Con ello, reitera que seguirá usando sus políticas con flexibilidad para que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política.
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